viernes, 25 de octubre de 2013

DE LOS QUE PIERDEN


Sobrevivir cuchillo tras cuchillo
que avaramente espera más tu espera.
Darío que bebió valor con miera
fue burlado ya muerto y amarillo.


A Vallejo, los golpes del martillo
hundiéronle en su niña primavera,
y en eso quiso suicidarse, él que era
enamoradamente muy sencillo.


Leopardi aguanto de todo, ciego
de amor y jorabado en tentaciones
al no ser dignamente comprendido.


Cernuda y Prados, por el desapego
del exilio cayeron. De pasiones
otros muchos también y del olvido.