¿POR QUÉ?
Su herida va por dentro y él lo sabe,
ese valor del mundo enlagrimado,
¿otra vez el desprecio aquí?, ¿qué… ha
errado?,
¿por qué aún TODO en el amor no cabe?
¡Cuánta luz agria ya!... y para lo suave,
¡cuánto azul limpio por desmán turbado
se le esperanza al cielo indecorado
por codicia del soy que cierra
llave!
¿Quién resta sueño – vida –?,
¿quién lo vende?,
¡no!, ¡no le pertenece!, nada
es, nada,
por concentrar lo que con fe
no atiende.
¡Oh!, ¿por qué más la
oscuridad?,
pensada
desprotección que la justicia
hiende;
¿por qué la
libertad crucificada?
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