POR SU ADIÓS PROHIBIDO
Ya encontraré ésa guarida de la esperanza,
como sea,
sí,
a mundo guerrero por
los mundos.
Ya, por sus huellas,
por sus ausencias,
por sus perplejas
escalas
dibujadas,
por su adiós
prohibido.
Por el radiograma de
mi ebria nocturnidad,
por ese tímido roncar
de los volcanes,
por el magín del
cierto vaho impreciso,
por la inercia tan
interminable de las golondrinas.
Ya, por el agua árabe
que se hace luego símbolo,
por el frenesí de
dádiva que guarda
un espejeante
silencio,
por el acezar
eclíptico de mi padre...
quizás o sin quizás,
por la agenda de una
li-bé-lu-la
grecolatina
hacia el sur corazón.
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