sábado, 3 de noviembre de 2012


                                          POR SU ADIÓS PROHIBIDO


Ya encontraré ésa guarida de la esperanza,
como sea,
sí, 
a mundo guerrero por los mundos.

Ya, por sus huellas,
por sus ausencias,
por sus perplejas escalas 
                                                dibujadas,
por su adiós prohibido.

Por el radiograma de mi ebria nocturnidad,
por ese tímido roncar de los volcanes,
por el magín del cierto vaho impreciso,
por la inercia tan interminable de las golondrinas.

Ya, por el agua árabe que se hace luego símbolo,
por el frenesí de dádiva que guarda
un espejeante silencio,
por el acezar eclíptico de mi padre...
quizás o sin quizás,
por la agenda de una li-bé-lu-la
grecolatina
hacia el sur corazón.

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